Actualizado 6 abril, 2017
Está lleno de frases bellas que sirven para poner en el frontispicio de cualquier teatro, en las paredes de nuestro cuarto, en las innumerables hojas de los cuadernos ¿Pero qué mide la belleza, la importancia o su celebridad? Justamente que las frases se puedan hacer carne, que sirvan en la práctica diaria y que, en definitiva, no sean letra muerta. Si una de ellas nos mueve, conmociona internamente es porque toca una fibra del pasado o del presente y nunca podría suceder eso si fuera mera retórica. Por eso, aquí te presentamos imágenes con frases célebres y bonitas en inglés. francés y español. Bien variado y para todos los gustos. Muchas de ellas te encantarán ¡No te las pierdas!
Imágenes con palabras hermosas en español, francés e inglés para compartir
Cualquier vocablo no nos conmueve ¿Qué hace que esa palabra o frase se retenga? Puede haber identificación en ideas, salvaguarda para expresar algo que no podíamos, odio, incluso cierta alquimia inconsciente que hace que se nos pegue. Lo que sí nunca puede existir es la indiferencia.
Y andamos por la vida coleccionando palabras y tratando de generar las propias. Tal vez una clasificación de los hombres podría ser esa: los que dicen algo propio por un lado; por otro los que simplemente reproducen.
Y cuando las retenemos, las pensamos, les pasamos lustres, las vemos desde el anverso y el reverso, solo puede haber una explicación: las amamos mucho.
El amor no prolifera por todas partes, incluso a tal punto que se podría cuestionar la idea de su extensión universal y el concepto de prójimo. Sin embargo, sabemos que cuando eclosiona este sentimiento todo se modifica: nos volvemos mejores.
En conclusión: si lo vas a hacer, hazlo con amor. De hecho, sabemos que los resultados serán fabulosos, siempre.
Nuestra misma naturaleza potencial nos anuncia algo: siempre podemos ser mejores aún. La versión superadora todavía espera en algún rincón del futuro.
¿Las palabras son un puente o una vía libre? ¿Realmente accedemos hacia las cosas por ellas? Poco nos importa vivir en un mundo de quimeras entonces.
Hay ciertos sentimientos que no se pueden expresar, unos en los que los vocablos palidecen. Por otro lado, también existen vivencias y sensaciones que expresadas llegan más profundo a otros e incluso a nosotros, en versiones de soliloquios.
Las palabras le dan entidad a las cosas. Quizás ya ni tenga sentido pensarlas en clave de construcción o reflejo, más allá que elegimos lo primero. Cuando uno pronuncia algo, nos asombramos porque se vuelve entitativo.
Cada idioma tiene su belleza particular con sus tiempos, gramáticas, cadencias, sonoridades, ondulaciones y sobre todo eso que las hace tan singulares, ese sabor propio de su terruño.
Y nos encantan, por eso le dedicamos este posteo. Quienes entiendan esta pasión y la compartan, no podrán estar más de acuerdo. A veces es cuestión solo de eso.
Pensar siempre es un buen remedio, una gimnasia necesaria. Y solo lo hacemos con palabras.
Sirven para comunicarnos, para expresarnos, para sentir, sobre todas las cosas, que ellas existen, que tienen vida y eso nos asombra. A veces las verdades que añoramos o las que duelen toman certeza solo por el hecho de pronunciarlas. Es que sabíamos que el fantasma estaba ahí; por eso nos sorprende, llenos de temor, su arremetida.
Cada idioma con su particularidad; aunque todos con la misma bondad de las palabras. El hombre según Aristóteles era el que podía efectuar discursos, ya que el sujeto para él por antonomasia era el político. Aquí, desde otra óptica, hacemos una alabanza a las palabras.
Esperamos que el posteo haya sido de tu agrado, querido lector.