Actualizado 9 junio, 2018
El esqueleto humano, sistema óseo o esquelético le proporciona al hombre su estructura y en conjunción con los músculos, ligamentos y tendones ayuda en la locomoción y motricidad. A continuación te contaremos todo sobre los huesos del hombre, con imágenes e información precisa.
El esqueleto humano otorga estructura, capacidad de locomoción y motricidad al cuerpo. Está compuesto por tejido propiamente óseo, pero también con elementos cargilaginosos. Se sabe que el 12 por ciento del peso del cuerpo humano lo componen los huesos, que en el adulto llegan a una totalidad de 206. Naturalmente también protege ciertos órganos el sistema óseo y al ser una estructura anatómica viva produce célular sanguíneas y hasta almacena minerales en ciertas zonas.
Por una cuestión de prolijidad dividiremos, como suele hacerse, al esqueleto del hombre entre axial y apendicular.
Esqueleto axial
Los huesos del esqueleto axial se encuentran cerca o exactamente en la zona media del cuerpo humano, que coincide con su eje vertical. Componen esa parte del esqueleto los siguientes elementos: la cabeza (cráneo y huesos de la cara), la columna vertebral y las vértebras, el tórax (costillas y esternón) y el hueso hioide.
Cráneo y huesos de la cara
La cabeza está formada por 22 huesos, para ser exactos 14 de la cara y 8 de la caja craneal. Por último, habría que agregar seis huesos en los oídos internos, que son de tamaño muy pequeño. El total es 28 (algunos añaden el hioide, pero aquí lo exceptuamos de la clasificación). Los huesos del cráneo están íntimamente ligados por suturas, que son costuras de tejido conjuntivo. Así como estos protegen el encéfalo sobre todo; los huesos del rostro dan cuenta o alojan la mayoría de los órganos de los sentidos.
Columna vertebral
La columna vertebral, como lo anuncia su denominación, está formada por vertebras ligadas entre sí por articulaciones, lo que hace a esta estructura anatómica flexible. Posee curvaturas que colaboran en el equilibrio del cuerpo y amortiguan golpes durante el movimiento. 24 vértebras son independientes y nueve están fundidas.
- Cervicales: Son las siete vértebras del cuello, las cuales favorecen el movimiento del cráneo.
- Torácicas o dorsales: Son 12 y se articulan con las costillas.
- Lumbares: Son 5 vértebras, las más grandes y las que soportan la mayor cantidad de peso.
- Sacro: Son 5 vértebras, separadas en el nacimiento, pero fundidas más tarde formando un solo hueso. Conforman un importante punto de apoyo para la cintura pélvica.
- Cóccix: Son cuatro pequeñas vértebras que se unen en un hueso único al inicio de la edad adulta.
Tórax
Consta de 12 pares de costillas conectadas entre sí por los músculos intercostales. Son huesos con cierto nivel de curvatura que se mueven durante la respiración. Las costillas, en su parte posterior, están conectadas a las vértebras torácicas. En la zona anterior, los siete primeros partes de costillas están conectadas al esternón, las tres siguentes se ligan entre sí (falsas costillas) y los dos últimos pares (florantes) no se unen a ningún hueso. Es importante comprender que el tórax o caja torácica ayuda en la protección de órganos vitales como el corazón, los pulmones, etc.
Hueso hioide
El hioides es un hueso en forma de U, por debajo del cráneo, que sirve de punto de apoyo para los músculos de la lengua y el cuello (un hueso impar, medio y simétrico).
Esqueleto apendicular
El esqueleto apendicular está conformado por ese sistema óseo que funge como apéndice del eje o zona axial del esqueleto. Son los huesos de las extremidades superiores e inferiores, más próximos al eje las cinturas escapular y pélvica, todo en conjunción con articulaciones de naturaleza tendonosa o ligamentaria.
Cintura escapular
Está conformada por las clavículas y escápulas. La primera es larga y estrecha, articulada en la zona anterior con el esternón y en la posterior con las propias escápulas. Este último es un hueso plano, de forma próxima a lo triangular, conectada al húmero (articulación del hombro).
Miembros superiores
Los miembros superiores están conformados por huesos como el húmero (el más prolongado del brazo, conectado con la cintura escapular), seguidos en el antebrazo, luego del codo, por el cúbito y radio. Los huesos de la mano son 27, dividido en ocho carpos, cinco metacarpos y 14 falanges.
Cintura pélvica
Está formada por los huesos de la cadera, los huesos ilíacos (ilión, isqueón y pubis fusionados) y se conjugan fuertemente en el hueso sacro. La unión de los huesos ilíacos, el sacro y el cóccix forman la pelvis (en las mujeres es más ancha y profunda, una cavidad más grande que permite el pasaje del bebé en el parto).
Miembros inferiores
Son los huesos o conjunto de ellos responsables de la sustentación del cuerpo y el movimiento, soportando el peso y manteniendo el equilibrio. El fémur, parte de esta suerte de subsistema, es el hueso más grande de todo el cuerpo humano y se inserta en la pelvis. La rótula es un hueso sesamoideo articulado en el fémur. Luego tenemos la tibia y el peroné, el primero fuerte, que soporta casi todo el peso de la zona inferior del cuerpo; el segundo más débil que colabora en la movilización del pie. Los pies, por su parte, cuentan con un total de 26 huesos: siete del tarso, cinco metatarsianos y 14 falanges.
Funciones básicas de los huesos y el esqueleto humano
- Soporte: Los huesos proporcionan un cuadro rígido de soporte tanto para los músculos como para los tejidos blandos.
- Protección: Los huesos forman varias cavidades que protegen a los órganos internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, ante los golpes el cráneo protege al cerebro, lo mismo que la caja torácica hace lo propio con el corazón o los pulmones, por ejemplo.
- Movimiento: Gracias a los músculos insertados en los huesos a través de los tendones y su contracción sincronizada el cuerpo humano se puede movilizar.
- Homeostasis mineral: El tejido óseo almacena minerales, especialmente calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y otras funciones. Esos minerales son liberados por la estructura ósea y transportados por la propia sangre.
- Producción de células sanguíneas: Dentro de cavidades de algunos huesos un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce células sanguíneas.
- Almacen de grasas: Los huesos pueden almacenar grasas, que son, en definitiva, una importante reserva de energía química.
Datos curiosos de los huesos y el esqueleto humano
- Cuando nacemos, aunque no lo creas, poseemos más huesos que en la adultez, porque muchos de ellos aún no están conectados o son estructuras blandas. Un pequeño, entonces, puede llegar a contar con 300 huesos.
- Los huesos del esqueleto, a grandes rasgos, son muy ligeros; pero aunque no lo creas, también son fuertes y resistentes: cinco veces más fuertes que el acero.
- El hueso parece una estructura simple, pero pensar así es un grave error. Están compuestos de múltiples células, minerales, proteínas, agua y tiene dos tipos de tejido: reticulado o espojoso, además de compacto o cortical.
- La mayoría de los huesos se encuentran tanto en manos como en los pies. En cada mano hay un total de 27 huesos; en cada pie un total de 26 huesos. 106 huesos son el total de los cuatro.
- El total de huesos que tenemos en la cara es de 14. Especificamos: 2 palatinos, 2 lagrimal o unguis, 2 cornetes inferiores, 2 cigomáticos, 2 maxilares superiores, 2 nasales, el vómer y la mandíbula.
- Posiblemente todos sabemos que el hueso más grande del cuerpo humano es el fémur ¿Pero el más pequeño? La respuesta es un hueso pequeño, diminuto del oído llamado estribo, con un tamaño de 2,5 a 3 mm.
- El hueso, aunque su rigidez nos conmueva, es una estructura más que viva. Por lo tanto, todos los huesos en total se van descomponiendo con el paso del tiempo y se reconstruyen. Una vez cada siete años posees un hueso absolutamente nuevo.