Imágenes de ecosistemas naturales y artificiales: terrestres, acuáticos y aéreos

Actualizado 12 julio, 2017

Hablamos de ecología aquí, escuchamos de lo mismo allá, por doquier ¿Pero realmente le damos importancia a la naturaleza? Dicen algunos antropólogos que en muchas civilizaciones estos conceptos no existen precisamente porque no se viola ni contaminan los ambientes. No son denominadores; son hacedores. Más allá de eso, ecología es un vocablo proveniente del griego, compuesto por oikos, que es casa. Es hora de cuidarla un poco, entonces, e instruirse al respecto de planeta. Bajo ese proyecto, te presentamos imágenes de ecosistemas naturales y artificaciones con mucha información: terrestres, acuáticos y aéreos ¡No te pierdas la nota!

Qué es un Ecosistema

La palabra ya nos da la definición. Un ecosistema es un programa, una sistemática más o menos regular donde interactúan componentes vivos y abióticos. Es decir, plantas, animales de disímiles clases, como tamién luz, agua, humedad, suelo, temperatura y muchas otras cosas más. Naturalmente es un concepto sumamente controversial, porque tenemos la tendencia a entenderlo como corte, como momento absoluto o imagen prístina y en realidad en los ecosistemas siempre está suciendo algo más, algo nuevo, por eso es mejor el enfoque procesal siempre para acercarse a la naturaleza.En la actualidad se habla de ecotonos para denominar esas zonas de transición. Lo que sí podemos añadir que hay algunos más diáfanos por lo cerrado y otros que están en continua comunicación con otros ecosistemas.

Asimismo, en ese sistema, hay relaciones de depredación, parasitismo, competencia, simbiosis, etc. Algunos científicos, por último, suelen dividir a los organismos en productores de sus propios alimentos (por ejemplo, una planta), consumidores (animales) y descomponedores que simplemente simplifican moléculas complejas (bacterias y hongos).

Disponemos de lagos como imagen ilustrativa de los ecosistemas porque siempre éstos han sido considerados perfectos como tales ¿Por qué? Por una razón muy simple: los lagos son claros y representativos de la definición, porque dividen bien ese sistema de relaciones propio, intrínseco y por lo tanto bien separado de otros conglomerados. Es más: en el principio de su historia como ciencia, la ecología solía escoger a los lagos y alrededores como el ecosistema por antonomasia. No es casualidad que se lo den a los niños para estudiar y como fotografía aparezcan.

 

Tipos de Ecosistemas

Todo está ligado con todo, por más que una noción como ecosistema hable de rupturas más que de transiciones. Una hierva se desarrolla y produce su propio alimento, un animal herbívoro la consume, a su vez este es comestible para uno carnívoro y finalmente este se muere, siendo degragadado, simplificado por bacterias. Eso dicho tan simplificadoramente es la vida misma, con una complejidad apabullante. Naturalmente, bajo esas ideas, hay que anunciar que hay distintas clases de ecosistemas. Primero porque la mano de la naturaleza es abundante, heteróclita y todavía el hombre se sigue sorprendiendo de su variedad; segundo, debido a que el humano no vino gratuitamente al mundo y no deja de modificarlo para bien y para mal, con grandes consecuencias. A continuación desandaremos esta taxonomía que te ayudará en un mejor entendimiento.

Ecosistemas naturales

Cuando mencionamos ecosistemas naturales, queremos hablar de todo aquello en lo que no interviene el hombre, lo cual no deja de ser un juego porque el hombre existe y clasifica aunque sea. Pero supongamos que hablamos de un sitio donde no ha pisado mano humana, entonces, eso es natural. Ahí se suceden procesos, relaciones, complejidades cíclicas como el caso del lago templado o no si hay modificaciones de temperatura, procesos geológicos o climatológicos que derivan por ejemplo en un incendio. De todas maneras, la naturaleza responderá. Lo que hay que entender es que hablamos de una sistemática entre materia viva, inerte y factores abióticos. A continuación te presentamos algunas imágenes de ecosistemas terrestres, acuáticos y aéreos.

Ecosistema terrestre

Para nuestra categorización, un ecosistema terrestre es aquel donde esa relación mencionada anteriormente se da en la tierra. Y eso incluye bosques, selvas, tundras, desiertos, sabanas, padreras, entre otros sinnúmeros de ejemplos y miles de divisiones dentro de los tipos que ya mencionamos.

Ecosistema acuático

Si nos antenemos a la definición clásica, un ecosistema acuático es aquel que se desarrolla en un cuerpo de agua o biotipo de esa clase. Hablamos de ríos, lagunas, arroyos, lagos, mares, entre otros. Naturalmente, el agua es algo tan primordial en estos ecosistemas que su particularidad, sus relaciones, su rupturas y recursividades dependerán de este ingrediente (si es que lo podemos llamar así).

Ecosistema aéreo

Los ecosistemas aéreos propiamente dichos no son tan tenidos en cuenta. Y eso más que nada porque no se entienden como autosuficientes y  es claro: no hay que confundir una montaña, por sus alturas, con un sitio de este tipo, ya que la sinuosidad no deja de ser tierra. Por eso muchos científicos suelen hablar de aéreo terrestre, ya que buena cantidad de sus relaciones comportan a la tierra. Por ejemplo, una ave está en el aire un tiempo, pero baja para cazar, procrear, incluso a  descansar. De todos modos, aquí te presentamos imágenes preciosas al respecto para que te maravilles e informes.

Ecosistemas artificiales

Pero el ser humano existe, al fin y al cabo, y su llegada no ha sido gratuita. Incluso, con el paso del tiempo y el desarrollo tecnológico, podemos hablar de sitios o ecosistemas absolutamente artificiales ¿Pero su definición se reduce a simplemente ser producto del ser humano? No, realmente porque, aclaran algo fuerte: su existencia no es necesaria ni son infinitamente sostenibles. Es decir, sin el hombre se caen a pedazos. No es un cambio, proceso o relación somática (en cuanto al planeta) entre materia y energía. Son prótesis, añadidos, para la ecología claro está (y estan cuestiones siguen siendo muy controversiales, de todos modos).

Ejemplos de ellos son las ciudades, las zonas industriales, los puertos, incluso campos, lugares que a priori parecen más naturales. Sin embargo, esa naturaleza es demasiado ordenada, ergo, es humana.

Conservación y cuidado de los Ecosistemas

Más arriba mencionábamos que la ciencia que se dedica entre otras cosas a los ecosistemas se llama ecología, que hace referencia a oikos, es decir, casa en griego. Realmente, en ese sentido, tal vez el vocablo figure un camino, un deber ser en el derrotero humano: cuidar nuestro hogar, el planeta. Algo que sin lugar a dudas olvidamos, sino las ciencias serían menos admonitorias y más simplemente informativas.Podemos caer en el cuento del iroqués, que conturbado le recriminaba al antropólogo blanco que ellos, como buenos occidentales,  habían creado la ciencia de la ecología, pero que su pueblo no la necesitaba porque practicaban el ambientalismo, el respeto a la naturaleza, desde siempre. Es mejor ejecutar lo que se debe, que simplemente nominar, salvo que se piense mágicamente.

Los ecosistemas necesitan ser conservados (los naturales, sobre todo) porque son el soporte vital de la vida en la tierra. El agua que bebemos, el aire que respiramos y la comida que nos sostiene dimana de ellos. Un imperativo categórico, sin lugar a dudas. Y si no queremos ser tan orgánicos en la explicación podemos añadir que la humedad ayuda contra los contaminantes, que las plantas colaboran contra el calentamiento global, que los microorganismos sintetizan la materia y llenan de fertilidad el suelo, que la polinización de las flores es vital en los cultivos y hasta ciertas hierbas fungen como medicina ¿Aún nos queda alguna duda?

Loading Facebook Comments ...

Dejanos tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.