Actualizado 23 noviembre, 2020
La bandera de España, conocida como «la rojigualda», es el máximo estandarte patrio del Reino de España. A continuación, como en ningún otro sitio, presentamos información de la bandera de España: historia, significado y curiosidades.
Significado de la bandera de España
El significado de la bandera española es lo bastante pragmático o concreto ¿Por qué? Porque los colores rojo y amarillo tuvieron la función, según el monarca de entonces, Carlos III, de aportar mayor visibilización y capacidad de diferenciación a los barcos propios cuando surcaban el alta mar. Sí, la bandera tuvo su sentido inicial en desarrollar simplemente una distancia con el enemigo y quien no era, una facilidad en la identificación, algo bastante lógico en cualquier batalla o suceso naval.
Recordemos que la misma bandera está compuesta por tres franjas horizontales y su escudo nacional en la actualidad. Dos franjas son de tonalidad roja y una tercera es amarilla, con el doble de altura de los rojos y en el medio de ellos. El escudo nacional, que no siempre se percibió en la bandera, se encuentra a dos quintos de ancho de la bandera en el medio de la franja amarilla.
Sin embargo, algunos se aventuraron a darle un significado a la bandera española. Y entonces el rojo sería la sangre derramada en las distintas batallas de la larga historia española y el amarillo representa las riquezas obtenidas en las diversas conquistas. Lo más verosímil, de todos modos, es que esas tonalidades fueron escogidas por el monarca porque ya contaban con una fuerte presencia en los estandartes de algunos reinos medievales.
Por último, hay un escudo que es parte de la bandera. Aquí es donde más proliferan los símbolos. La corona principal arriba del todo, conocida como «el timbre», refleja la idea de monarquía; las columnas laterales con el lema Plus Ultra dan cuenta de las columnas de Hércules, una península cercana al estrecho de Gibraltar y para la geografía griega antigua el sitio donde terminaba el mundo. Finalmente hay una corona en cada columna señal del pasado histórico del país y los cuarteles en la zona central con los reinos medievales (Castilla, León, Navarra, Aragón y Granada). Lo remata todo las tres flores de lis ubicadas en el centro del escudo que representa la dinastía española de los Anjou, de la casa de Borbón.
Origen de la bandera de España
La bandera de España tiene orígenes remotos y algunos más cercanos. Los primeros refieren a las insignias más o menos romanizadas, ya que Hispania fue una provincia de Roma y tuvo su propia conquista. Es muy probable que los visigodos, pueblo germánico que se hizo con el poder luego de la caída del Imperio Romano de Occidente, siguiera utilizando las mismas. San Isidoro de Sevilla lo cuenta así y además fue un rasgo muy usual en aquellos entonces: los conquistadores bárbaros admiraban la cultura romana.
En segundo lugar, de todos modos, se puede mencionar un origen más moderno y en relación con la bandera actual. Ya anunciamos que Carlos III fue quien le dió su fisonomía actual, sobre todo para distinguir embarcaciones en el alta mar. Es que en aquellos años la casa Borbón estaba lo bastante extendida y todos presentaban estandartes similares. Francia, Nápoles, España, Toscana, Parma y Sicilia; cada uno con colores blancos y solo distinguidas por el escudo. Fue vital crear algo propio para los buques españoles y así evitar tragedias de confusiones.
Historia de la bandera de España
Ya se anunció que el origen pretérito de la bandera de España fueron las insignias romanas (aquilae, signa, vexilla), que luego utilizó el mismo reino visigodo. Es posible que tuvieran algún método de identificación similar las poblaciones previas a la conquista romana, pero no ha quedado vestigio alguno.
De todos modos, la cuota distinta en la historia de la bandera de España la da el hecho que tales estandartes como los conocemos fueron introducidos por los árabes. Los cristianos, entonces, dejaron las insignias romanas y visigodas, y adoptaron aquellas que usaban sus enemigos musulmanes. La diferencia es que sobre los paños colocaron las mismas figuras y colores que sobre los escudos. Mencionamos aquí los castillos y leones de Castilla y León; las barras de Aragón; las cadenas de Navarra. Eran tantas las banderas que Alfonso X tuvo que reglamentar su forma, denominación y uso en las Siete Partidas.
Alfonso XI, rey de Castilla y León, instituyó la Orden de Caballería de la Banda, iniciando el uso de un pendón o guión como divisa personal de la orden. Sus sucesores continuaron con esta enseña que era privativa de los monarcas. Luego los Reyes Católicos, por su parte, usaron el guión de la Banda de Castilla, adornado con yugos y flechas, las iniciales de sus nombres y leyendas. Sin embargo, aún no había una bandera de carácter nacional y los ejércitos españoles combatían con los colores heráldicos de sus capitanes respectivos.
Una realidad que modificó el espíritu reformista de los Borbones a partir de 1700. En las banderas hubo una completa reorganización y reglamentación, imponiéndose el blanco que era propio de la dinastía. Asimismo, se podía añadir la Cruz de Borgoña, el escudo real, esos emblemas combinados y acompañados con otros como castillos, leones, escudos de ciudades, etc.
Sin embargo, como ya se anunció, fue Carlos III, rey desde 1759 hasta 1788, quien creó el fundamento de la bandera actual, a modo de distinguir los barcos propios, en un contexto donde los estandartes de todas las posesiones borbónicas eran similares. Su ministro de marina, Antonio Valdés, le presentó una docena de diseños y el rey eligió la forma y colores de lo que conocemos hoy como bandera de España. Eso se hizo concreto por medio de un real decreto.
Por razones lógicas, la unidad del estandarte fue un proceso lento, de imposición paulatina. Durante los turbulentos tiempos de la Guerra de Independencia y del reinado de Fernando VII no había una unificación de banderas. La realidad era una proliferación de insignias con motivos religiosos, frases patrióticas y hasta dibujos regionales.
El momento de unificación llegó con un decreto del 13 de octubre de 1843. Había una necesidad, expuesta en el mismo texto, de suprimir las diferencias entre la bandera nacional y las particulares del cuerpo del ejército. Así, la bandera rojigualda pasaba de ser exclusiva de la marina de guerra a ser común a todas las fuerzas armadas. En ese momento recibió el reconocimiento oficial de bandera nacional.
Durante el siglo XIX, con una realidad del imperio español en declive, ciertos rumores se corrían respecto a la bandera. Es que los círculos republicanos argumentaban que el estandarte de aquellos entonces era un símbolo de la monarquía y comenzaron a propugnar una enseña alternativa que, de modo más cabal, representaba a los pueblos de España. Se añadía aquí al rojo y al amarillo, el morado. De todos modos la Primera República no supuso un cambio en la bandera nacional, que siguió siendo bicolor, aunque al escudo se le eliminó la corona. Esta fue repuesta con la rápida Restauración.
Pero sí advino un cambio rotundo con la Segunda República, que perduró algunos años más que el primer intento republicano de la nación. El 14 de abril de 1931 se proclamaba y trece días después el gobierno provisional promulgada un decretó que produjo la modificación del estandarte nacional. Ahora era de tres bandas horizontales de igual ancho: roja superior, amarilla central y morada oscura la inferior. La Nueva Constitución ratificó después esa flamante disposición. Con la caída de la república en 1939, se terminó la vigencia oficial de la bandera, que siguió siendo un símbolo de oposición a Franco los años siguientes.
En los años restantes del siglo XX, que tuvieron como figura principal a Francisco Franco Bahamonde, se recuperó el color bicolor y los grandes cambios solo provinieron del escudo. A grandes rasgos éste adoptó la figura del águila de los Reyes Católicos, habiendo algunas variaciones en un período que va desde 1938 hasta 1981. En este último año, un 5 de octubre, se realizó el último modelo de escudo, lo que supuso la culminación del proceso que dio forma a la enseña que actualmente representa a la nación española.
Curiosidades de la bandera de España
Toda historia tiene sus puntos poco conocidos, sus datos sobresalientes y llamativos. La bandera de España no es la excepción, por lo que se presentan a continuación algunas curiosidades sobre ella.
- Antonio Valdés le presentó una docena de diseños al monarca de aquellos años, Carlos III. En realidad los bocetos fueron producto de un concurso y de doce, el rey escogió uno.
- Con Carlos IV, hijo de Carlos III, la bandera pasó al ejército de tierra. Posiblemente aquí es donde se produce la popularidad del estandarte, adquiriendo connotaciones patrióticas.
- Isabel II, en el Real Decreto del 13 de octubre de 1843, registró el estandarte ya como bandera nacional española.
- La Primera República no fue tan novedosa en los cambios de la bandera, ya que la única modificación que hizo fue quitarle la corona al escudo, respetando lo bicolor y el ancho de las franjas.
- Tras el final de la Guerra Civil la bandera sufrió un fuerte cambio en su escudo y bandera. En lo primero apareció el Águila de San Juan, propio de los reyes católicos y se añadió nuevamente la corona en la parte superior; en lo segundo se regresó al bicolor ya clásico rojo y amarillo.
- En la bandera actual el escudo presenta reinos históricos medievales de lo que luego fue España: León, Castilla, Aragón, Navarra y Granada.
- Hay un lema en latín en las columnas del escudo que dice «Plus Ultra». Esto quiere decir literalmente «más allá» y se refiere a las andanzas colonizadoras, sobre todo con Cristóbal Colón. España había ido más allá de las columnas de Hércules, que para cierta geografía griega antigua representaban la culminación del mundo.
- El Águila de San Juan es una enseña del franquismo, pero con su llegada lo que fue el estandarte de la Segunda República pasó a ser una suerte de símbolo de rebeldía ante aquel.