Cuento de la independencia de México para enseñar a los niños

Actualizado 19 febrero, 2023

La independencia de México fue la consecuencia de un largo proceso, que implicó muchos años y la intervención de variados personajes. La guerra por la independencia inició el 16 de septiembre de 1810 y culminó el 27 de septiembre de 1821. A continuación, de manera original, presentaremos relatos para los más pequeños de este importante proceso. Presentamos cuentos breves sobre la independencia de México: para niños y con imágenes.

Cuento corto sobre la independencia de México

La independencia de México fue aquello que puso fin al dominio español sobre dicho territorio en el continente americano. La historia oficial nos habla del famoso «Grito de Dolores», ocurrido el 16 de septiembre de 1810, con la figura del cura Miguel Hidalgo y Costilla. Sin embargo, la culminación solo se obtuvo con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México en 1821.

En el transcurso se dieron muchos episodios. A continuación relataremos algunos de ellos en formas de cuentos breves, para que sean fácilmente entendidos por los más pequeños. Todos los episodios que aquí presentamos para los más pequeños se remiten al inicio del proceso independentista principalmente.

España por el año 1500 era una nación muy poderosa. Eso le permitió conquistar una gran cantidad de territorios de lo que hoy se conoce como América y en aquella época era todo un Nuevo Mundo. En estas tierras los españoles establecieron a sus familiares e hijos, que eran conocidos como criollos. Ellos instalaron sus instituciones, pero gran cantidad de personas, como originarios y campesinos, la pasaban muy mal en aquellos entonces. Era una realidad muy injusta la que vivía México cuando era una colonia. Muchísimos años tuvieron que pasar para que esa situación se modificara.

La sociedad colonial era muy injusta. Los españoles eran quienes tenían el poder en cargos políticos y también controlaban el comercio. Además eran dueños de minas y de haciendas. Algunos criollos, hijos de españoles, habían heredado fortunas y tenían una educación europea. Sin embargo, los mejores puestos siempre eran para los españoles. El comercio y la política eran lo suyo. 

Esta situación perduró mucho tiempo, incluso siglos. Con el paso del tiempo la injusticia se hacía más evidente y la necesidad de terminar con ello era clara para el pueblo mexicano, tanto para campesinos como también personas más acomodadas.

Sin embargo, un hecho externo ayudó mucho en los primeros pasos hacia la independencia de México. En 1808 el emperador francés Napoleón Bonaparte invadió España, que justamente era la metrópoli de la gran mayoría de los territorios mexicanos. Bonaparte y los suyos destronaron al rey español Carlos IV y pusieron en su lugar a su hermano José Bonaparte.

Las noticias llegaron a Nueva España, ese territorio en América que hoy llamamos México. Los criollos, ya cansados de la situación injusta y desigual que vivían con los españoles, supieron de lo sucedido en la Península. Los criollos no querían ser gobernados por un francés, deseaban nombrar un gobernante desde Nueva España; pero los españoles que vivían en la península se les opusieron. 

Sin embargo, la negativa de los españoles no importó mucho a los criollos. Ellos desde hace un tiempo venían teniendo ideas de una independencia, de una nación libre de cualquier potencia extranjera. Entonces, en diferentes lugares, decidieron juntarse para discutir mejor la manera de gobernarse a sí mismos mientras volvía a haber un rey en España.

Las autoridades perseguían a los criollos y un grupo de estos decidieron empezar una conspiración en contra del gobierno. Un día un grupo de conspiradores que se reunía en casa del corregidor de Querétaro fue sorprendido. La esposa del corregidor, doña Josefa Ortiz de Domínguez, antes de ser detenida, pudo dar aviso a otros conspiradores en Dolores y en San Miguel el Grande. La independencia mexicana, poco a poco, comenzaba a ser una realidad. El pueblo mexicano, con algunas figuras muy importantes a la cabeza, querían la autonomía para su pueblo.

Y fue en la noche del 15 al 16 de septiembre de 1810, luego de haber sido descubierta la conspiración de Querétaro, que el cura Miguel Hidalgo y Costilla junto a los generales Ignacio Allende y Juan Aldama decidieron iniciar la lucha de inmediato. Hidalgo y Costilla era un sacerdote muy querido, lo que ayudó para que pudiera convocar a todo el pueblo de Dolores y zonas aledañas. Al pueblo lanzó una arenga y así se formó el primer gran grupo que se alzó contra las fuerzas virreinales.

La historia nos dice que Hidalgo y los otros líderes se dirigieron a la Parroquia del pueblo, donde se tocó la campana ubicada en la torre oriente. La mayoría de los habitantes del pueblo se encontraban cerca, ya que era la fiesta patronal de la Virgen de los Dolores. El pueblo pensando que era una emergencia despertó y se reunió en la misma iglesia.

Una vez ahí reunido todo el pueblo, Hidalgo y Costilla convocó al pueblo para que se alce en armas contra el gobierno español. Ese acontecimiento es conocido como el «Grito de Dolores» y es considerado el inicio de la independencia de México, un proceso que recién pudo culminar en 1821, con otros actores y una multitud de otros sucesos ocurridos.

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