Actualizado 14 octubre, 2017
Escuchamos una canción y nos atrae por su melodía, ritmo, instrumentos (si somos avezados al respecto) y, muchas veces, a causa de sus letras. Es que esos vocablos que se suceden con tal precisión junto a una música que embelesa es lo mejor que nos puede pasar. Sí, y no necesitamos ser melómanos para gozar, transportarnos, alejarnos de la problemáticas a partir de una simple letra. Todos tenemos, sin embargo, alguna inolvidable, que se repite en la memoria con una recursividad apabullante, que da respuesta a tantos interrogantes, que nos hace bien, con la que creemos que tal vez no está perdido quien pelea. Te presentamos imágenes con frases de canciones inolvidables ¡Un artículo imperdible!
Imágenes con frases de canciones inolvidables
A veces no somos dignos de las palabras ¿Y eso por qué? Porque se nos escapan, porque son demasiado volátiles, porque sencillamente no podemos decirlo de la manera en que anhelamos anunciarlo ¿Y otros? Otros, muchas veces, sí pueden, tienen una capacidad distinta, se llevan mejor con los vocablos. Un sentimiento muy común cuando nos topamos con una canción.
Nuestros pensamientos son rápidos y a veces buscamos respuestas para lo que a priori no lo tiene ¿Alguien más podrá entendernos? La vida se hace demasiado dura cuando en cuestiones medulares nos sentimos solos como en el desierto más profuso. Una compañía se puede encontrar en una bonita canción, una explicación, nuevos interrogantes.
¿Y cómo lo hace? ¿De qué manera exhibe con esa sonoridad las palabras? Esas cuestiones nos sorprenden sobremanera cuando escuchamos una canción. La admiración es un sentimiento que emerge, muy bello porque está preñado de empatía y respeto.
Una canción no solo es una letra, sino, sobre todas las cosas, un contexto. Y escuchamos ese ritmo y al instante pensamos en ciertas circunstancias, personas, tesituras, formas de actuar. A veces podemos emocionarnos, otras envalentornarnos o simplemente ofuscarnos.
El amor, sin lugar a dudas, es un tópico recurrente en las canciones. Ese sentimiento y estado que arroba como ningún otro, a tal punto que nos cuenta cavilar sobre cómo éramos antes de la llegada del ser querido. Es una lectura actual en retrospectiva; ya somos distintos y el análisis saldrá en consecuencia de esa manera.
El hombre busca disímiles formas de expresión. Algunas son muy directas; otras sobremenera enroscadas, con meandros y formas que podrían llamar la atención a cualquiera. Sí, así son las cosas y la música no escapa de ello. Tenemos una simbiosis hermosa con este arte tan antiguo e indispensable.
Las canciones son catárticas, generan un lirismo en nuestro interior sin igual o, en todo caso, se aprovechan de ese lirismo, de esa profundidad que emerge siempre para decir palabras aún más profundas y quintaesenciadas.
La letra no necesita ser muy compleja. La complejidad, a veces, exuda un iluminismo elitista que no hace bien, que separa, genera cismas insoslayables. En cambio, lo directo y sentido puede ser inmediatamente comprendido. Y eso último no indica una caída en el nivel o algo por el estilo.
Aquí te dejamos un buen número de canciones para que aproveches, te indentifiques, recuerdes e incluso salvas a escuchar en estos instantes. Todos llevamos un arcón de recuerdos que se amplia con el paso del tiempo y lo mismo podemos aseverar con las canciones. Hay de todos los tipos; letras para diversas ocasiones.
Alguien podrá expresarlo por nosotros, alguien podrá decir lo que a nosotros no nos sale y le dará vocablos a nuestras experiencias, quizás las más complejas de toda. Identificarse con una letra es sentir una comunión con una persona que ni siquiera conocimos y, sin embargo, surcamos mares similares. Un hecho hermoso, maravilloso, sin lugar a dudas.
¿Qué es la eternidad? Por lo pronto solo un concepto, algo tan lejano que nunca se puede hacer tangible para el ser humano, demasiado finito. Sin embargo, tal vez exista una experiencia que se acerque a lo dicho, que lo toque suavemente, casi con delicadeza: el amor.
La memoria emotiva se activa cuando esa canción de tanto tiempo atrás vuelve a sonar. Lo sentimos, algo se modifica en nuestro interior, la imaginación y las rememoraciones se disparan alocadamente. La piel se pone de gallina; es el efecto de la música. No solo calma las fieras evidentemente, sino que nos sosiega de una manera hermosa.
Las frases de canciones inolvidables están algunas en inglés y otras en español. Un buen número para que disfrutes, querido lector. Tal vez encuentres muchas que hace un buen tiempo no tienes el placer de surcar, de bucear esa letrística y melodía que en otro tiempo te hacía vibrar.
¿La vida tiene un sentido? En todo caso no podemos buscarlo en un ente superior o en el mismísimo universo o naturaleza. El sentido de la vida es el sentido que le otorga la persona que vive. Por eso, la música, tranquilamente, puede ser una grande o pequeña parte de esa fijación de fines y medios que es el diario existir.
Lo inolvidable a veces se olvida. Sí, sabemos que suena a paradoja o contradicción; pero suele pasar ¿Cuántas veces lo tan querido aburre, hastía por su misma repetición? Sin embargo, las cenizas del amor quedan. Lo mismo acaece con una canción: en un momento cansó, aunque luego de un tiempo puede desarrollar en nosotros un amor muy grande. Así de complejos somos, llenos de dinámicas que entendemos bien poco ¡Pero la música sigue en pie!
Cada canción es un mundo que se abre. Abierto por el cantante y su banda, abierto por el receptor que a veces imagina cosas que nadie puede sospechar. Es la magia de cualquier producto y su interpretación: desde el momento que el dueño le suelta la mano la hermenéutica se dispara hasta el infinito.
Sus ojos son el mejor paisaje, su existir es un motivo para seguir. El amor siempre será un tópico recurrente en las canciones, porque precisamente a cada paso que da el hombre y la mujer se lo encuentran. Lo hallan para batallar, adorar, odiar, amar; pero indistintamente se lo topan.
¿A qué te recuerda esa canción? ¿Una tarde de verano? ¿Deseos pueriles? ¿Colores tornadizos? ¿Sabores, olores, mucho más? La música dispara la imaginación y ya sabemos que esto para el hombre es una de las cosas más importantes que puede poseer.
Expresar lo inexpresable a veces no es tarea propia. Tal vez estar tan inmersos en una coyuntura anímica y emocional nos juega bien en contra; no tenemos la distancia suficiente. Dejémoslo, entonces, que la misma canción lo diga. Despertando llantos, sonrisas o risas claras.
El dolor también es graficado en las letras, plasmado, a veces con una crudeza que nos asombra. Lo malo también debe tener su existencia, porque justamente el hecho de superarlo implica darle realidad, objetividad, reconocimiento. No hablamos de ninguna especie de alabanza; pero si de un tener en cuenta.
Y en definitiva vamos por la vida buscando motivos, soluciones, fundamentos para seguir adelante. Somos una suerte de nadador que se ahoga, pero que quiere seguir viviendo y utiliza cualquier excusa como salvataje. Queremos vivir, pero a veces lo único que logramos es supervivir.
Darle palabra a lo difícil, pero también a lo demasiado fácil. A veces la cercanidad es tan obvia que no deja realmente vislumbrar nada. La música siempre será un paliativo, un acicate, un motivo para seguir.